Saliendo del "Calvairo" en dirección al aeropuerto, a tan sólo unos kilómetros a mano derecha en sentido a la citada dirección, nos encontramos las parroquias de San Xoán do Monte (primero) y luego la de Sampaio, en las que podemos contemplar dos petos de ánimas muy originales y muy distintos el uno del otro, y que pasamos a analizar ahora.
El de San Xoán do Monte, lo encontramos empotrado en la parte baja del cierre de una finca y está situado en un cruce de caminos muy próximo a la avenida de Cantabria, que pasa por la zona alta de la mencionada parroquia viguesa.
En un hueco rectangular que remata en un pequeño arco de medio punto y con la protección de una reja de hierro forjado, podemos observar en toda su plenitud la representación de las ánimas del purgatorio, al que procesan mucha devoción los habitantes de la zona, si tenemos en cuenta las numerosas flores y velas encendidas que aún hoy día podemos observar delante de ellas. Encima de la cavidad mencionada, podemos leer la siguiente inscripción, que conserva restos de pintura:
" A DEBOCION D RH N VIDA"
Como se deduce de la interpretación de la citada frase grabada, no ha llegado hasta nosotros el nombre de la persona a la que fue dedicado este peto.
La iconografía en si del peto, nos viene dada por la representación de un pequeño ángel en la parte alta (pegado al arco en donde está grabada la inscripción), que contempla la escena tradicional que se refleja normalmente en este tipo de monumentos menores religiosos: dominando la composición, en el centro, un rey y un obispo, a su lados dos mujeres con trenzas en su cabello y dejajo de ellos, dos hombres, en medio de las llamas que alcanzan todas las figuras. La hucha se encuentran en la parte baja del peto y a sus lados se colocan las ofrendas que haciamos mención al iniciar el comentario.
Más adelante, siguiendo subiendo hacia la Madroa y al aeropuerto, desviándonos a la derecha, de nuevo, nos encaminamos a contemplar el peto de Sampaio. A modo de escudo heráldico, lo podemos ver colocado en la fachada de una casa, en un pequeño cruce de caminos. Viene formado por una representación en alto relieve, adosada al muro de la vivienda, en cuya parte alta tenemos una esfera o bola terráquea? y colocada justo encima de ella una cruz lisa. Dentro del espacio delimitado los lados ligeramente curvos ( a modo de la representación de una soga o cuerda, menos el inferior, que es recto, observamos un querubín en la parte superior y debajo de él hasta seis personajes en medio de las llamas del Purgatorio: encima, la representación de un rey y un obispo, con una mujer a cada lado; y debajo de ellas, dos figuras masculinas. Conserva el hueco para las limosnas, justo en la parte inferior de la iconografia mencionada y podemos ver un farol de hierro, pintado de negro. El resto no conserva la pintura que poseía hace años, azul y marfil, poseyendo ahora todo el conjunto la misma tonalidad ocre claro. En sus laterales posee la siguiente inscripción:
"1903
FRANCISCO
SIMON"
El estado de conservación de peto es bueno y puede comprobarse que es frecuente que se le echen limosnas, pues en las visitas que hicimos al mismo, siempre tenía el orificio lleno y no podía meterse más. El hecho apuntado, que no posea repisa ( hablamos que está colocada a manera de blasón", hace imposible que se le puedan colocan velas o flores, pero posee entre el vecindario mucha tradición y es muy conocido.
Nota.- La imágenes que completan este comentario, representan a ambos petos.En la parte superior, el peto de Sampaio y en la inferior, el de San Xoán do Monte.
sábado, 22 de diciembre de 2007
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1 comentario:
¡Ay! Por qué será que en casi todos los petos de ánimas entre sus llamas devoradoras aparece un obispo o tonsurado.
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